martes, agosto 29, 2006

ESPEJISMO


Me sorprende
que una tarde de cualquier tarde
al ritmo
de un montón de ritmos
el roce
casi imperceptible
de las miradas
sean un punto a parte
de una tarde de cualquier tarde.

Pero lo mejor fue el temblor,
ese que me dio
cuando detenida allí
tu sonrisa
parecía que me esperaba.

Solo parecía.